domingo, 18 de mayo de 2014

La atención: una compleja función cerebral
A. Estévez-González a, C. García-Sánchez b, C. Junqué a
LA ATENCIÓN




Resumen. Introducción. La atención es un estado neurocognitivo cerebral de preparación que precede a la percepción y a
la acción, y el resultado de una red de conexiones corticales y subcorticales de predominio hemisférico derecho. La atención
focaliza selectivamente nuestra consciencia para filtrar el constante fluir de la información sensorial, resolver la competen-
cia entre los estímulos para su procesamiento en paralelo, y reclutar y activar las zonas cerebrales para temporizar las
respuestas apropiadas. Desarrollo. Desde un punto de vista neurofuncional se revisa y describe la atención como una función
cerebral regulada por tres sistemas entrelazados: de alerta o ‘arousal’, suministrador del tono atencional, dependiente de
la integridad del sistema reticular mesencefálico y sus conexiones; de atención posterior o de selectividad perceptiva,
dependiente de la integridad de zonas del córtex parietal posterior derecho y sus conexiones; y, de atención anterior o
atención supervisora y reguladora de la atención deliberada, integrado principalmente por zonas del cingulado anterior y
prefrontales laterales y sus conexiones [REV NEUROL 1997; 25: 1989-97].
Palabras clave. Atención. Exploración de la atención. Neuroanatomía de la atención.

Summary. Introduction. Attention is a brain neurocognitive state of preparing what precedes perception and action, and is
a result of cortical and subcortical networks. Attention selectively focuses our consciousness while filtering the constant flow
of sensory information, selects competent parallel processing among stimuli and activates brain zones for ordering appro-
priate responses. Development. From a neurofunctional point of view this paper reviews and describes attention as a brain
function regulated by three interrelated systems: Alertness or arousal providing tonic attention, dependent on the mesenceph-
alic reticular activating system and its connections; posterior attention or attention of perceptive selectivity that depends on
zones of the right posterior parietal cortex and its connections; and, anterior attention or supervisory attention that regulates
deliberate attention, and supported by zones of the anterior cingulate and lateral prefrontal cortex and the connections of
the zones [REV NEUROL 1997; 25: 1989-97].
Key words. Attention. Attention assessment. Neuroanatomy of attention.



INTRODUCCIÓN
Ver o escuchar, atender y percibir no son procesos sinónimos.
Atender o ‘prestar atención’ consiste en focalizar selectivamen-
te nuestra consciencia, filtrando y desechando información no
deseada; como un proceso emergente desde diversos mecanis-
mos neuronales manejando el constante fluir de la información
sensorial y trabajando para resolver la competencia entre los
estímulos para su procesamiento en paralelo, temporizar las
respuestasapropiadasy,endefinitiva,controlarlaconducta[1,2].
Atender exige, pues, un esfuerzo neurocognitivo que precede a
la percepción, a la intención y a la acción. Pero aun sabiendo que
sin atención nuestra percepción, memoria y aprendizaje o no
tienen lugar o se empobrecen, la atención ha sido uno de los
últimos procesos complejos cerebrales en adquirir la categoría
de ‘función cerebral superior’. El interés neurocientífico por la
atención puede llegar a sobrepasar al que en su día tuvimos para
otras funciones cerebrales superiores, como fue el caso del len-
guaje, o el que hoy seguimos teniendo por la memoria y el apren-
dizaje. Cada vez cobra más razón científica considerar que pue-
de existir un tercer sistema neurofisiológico, el ‘sistema
atencional’, de igual categoría que los dos sistemas cerebrales,
el motor (eferente) y el sensorial (aferente), considerados hasta
laactualidadcomointegrantesfundamentalesdelfuncionamiento
de nuestro sistema nervioso [3].

Recibido: 07.05.96. Aceptado: 22.05.96.
a Departament de Psiquiatria i Psicobiologia Clínica. Universitat de Barce-
lona. bServei de Neurologia. Hospital de la Sta. Creu i Sant Pau. Barcelona,
España.
Correspondencia:Dr.A.Estévez-González.DepartamentdePsiquiatriaiPsi-
cobiologia Clínica. Universitat de Barcelona. Pg. de la Vall d’Hebron, 171.
E-08035Barcelona.
1997, REVISTA DE NEUROLOGÍA


REV NEUROL 1997; 25 (148): 1989-1997
                                                     El interés no es sólo teórico sino de gran importancia clínica,
justificada en que numerosas enfermedades se acompañan de
trastornos de la atención (Tabla I). La atención se ve alterada de
modo extraordinariamente frecuente en el amplio abanico de
enfermedades neurológicas: traumatismos craneoencefálicos,
procesos neuroinfecciosos, demencias subcorticales o, en gene-
ral, procesos neurodegenerativos, epilepsia, etc. Síndromes neu-
rológicos de etiopatogenia más desconocida, como los denomi-
nados trastornos evolutivos de atención (con y sin hiperactivi-
dad),elcuadrodeheminegligenciayladislexianegligentecentran
susintomatologíaenunimportantetrastornoatencional.Perosi
nuestro interés no estuviese aún suficientemente justificado, el
estudio de los trastornos de atención en pacientes hasta ahora
consideradospsiquiátricos(esquizofreniaydepresión)haindu-
cido a sugerir a ciertos autores que en su etiopatogenia puede
estar implicado un trastorno de su sistema cerebral atencional
[3]. Cornblatt et al [4] son al respecto muy ilustrativos al exponer
que, sin descartar explicaciones alternativas, un déficit de aten-
ción crónico podría conllevar un déficit en el procesamiento de
la información del entorno, social e interpersonal, que en un
esfuerzo continuado de iniciar o mantener las relaciones inter-
personales podría originar niveles estresantes que podrían exa-
cerbar la sintomatología esquizofrénica.
La complejidad conceptual, neuroanatómica y neurofun-
cional de la atención hace que no sea reducida a una
simple definición, ni estar ligada a una única estructura anató-
mica o explorada con un único test, y que nos conduzca a
considerarla realmente como una etiqueta que sintetiza series
de complejos procesos cerebrales








                                                                            ¿QUÉ ES LA ATENCIÓN?
Definir la atención, incluso en lenguaje llano, es difícil, y debe-
mos valernos de metáforas. En el lenguaje cotidiano implica
percepción selectiva y dirigida, interés por una fuente particular
de estimulación y esfuerzo, o concentración sobre una tarea [5].
El individuo es ‘bombardeado’ durante la vigilia por señales
sensoriales provenientes del exterior e interior del organismo;
sin embargo, la cantidad de información entrante excede la ca-
pacidad de nuestro sistema nervioso para procesarla en paralelo
[2], por lo que se hace necesario un mecanismo neuronal que
regule y focalice el organismo [7], seleccionando y organizando
la percepción, y permitiendo que un estímulo pueda dar lugar a
un ‘impacto’; es decir, que pueda desarrollar un proceso neural
electroquímico. Este mecanismo neuronal es la atención, cuya
capacidad podría irse desarrollando progresivamente desde la
infancia al adulto y cuya actividad no se ciñe únicamente a re-
gular la entrada de información, sino que también estaría impli-
cada en el procesamiento mismo de la información [8]. Según
Mesulam [7], los aspectos que definirían la integridad de la aten-
ción serían la orientación, la exploración, la concentración o la
vigilancia; mientras que la ‘distractibilidad’, la impersistencia,
la confusión y la negligencia reflejarían sus déficits.
De modo sintético, la atención estaría integrada por compo-
nentesperceptivos,motoresylímbicosomotivacionales[9],por
lo que la neuroanatomía y neurofisiología de la atención se asen-
taría en el sistema reticular activador, tálamo, sistema límbico,
ganglios basales (estriado), córtex parietal posterior y córtex pre-
frontal.Estaampliadistribucióndelaatenciónposiblementesea
causa y frustración de nuestros, por ahora, vanos intentos de en-
contrar un locus anatómico patológico en sujetos con trastorno
evolutivodeatención.



                                                               ATENCIÓN: LATERALIZACIÓN CEREBRAL
Aunquelaatenciónesunafunciónbilateralizada,cadahemisfe-
rio estaría funcionalmente especializado. El hemisferio izquier-
do ejerce un control unilateral (contralateral) y el hemisferio
derecho un control bilateral, además de regular el sistema de
‘arousal’ y mantener el estado de alerta [11]. De ahí, y sumado
al importante papel regulador del córtex frontal y sus conexiones
con el estriado, se ha llegado a afirmar que la regulación ‘prin-
ceps’ de la atención descansa sobre el sistema frontoestriado del
hemisferio derecho, a través de vías noradrenérgicas y, en menor
medida, serotoninérgicas; mientras el hemisferio izquierdo uti-
lizaría vías dopaminérgicas y, en menor medida, colinérgicas. El
hemisferio derecho a través de vías noradrenérgicas se hallaría
mejor capacitado para regular la atención selectiva  [8]. Para
Heilman et al [12,13] el papel dominante del hemisferio derecho
sobre la atención es aún más sobresaliente, ya que aunque cada
hemisferio regula su propia activación, el hemisferio derecho
puede activar al hemisferio izquierdo en mejor medida que lo
haría el izquierdo sobre el derecho.

ATENCIÓN: NEUROANATOMOFISIOLOGÍA [2,10,14]
Pero lo dicho hasta ahora es sólo el resumen de las bases anato-
mofisiológicas de la atención. La atención visual, que es la mo-
dalidad de atención mejor investigada, es el resultado de una red
                de conexiones corticales y subcorticales [3,11], de descripción prolija,
que conforma un circuito cuyo entrada es la información
captada en la retina y su salida es a través del sistema oculomo-
tor. El detallado estudio de la atención visual está plenamente
justificado cuando conocemos qué pacientes heminegligentes o
sujetos con trastornos evolutivos de atención o adquiridos mues-
tran característicamente movimientos erráticos oculares que
podrían ser manifestación de su déficit de atención visual, de su
dificultad en mantener la fijación en el objetivo y de seguirlo en
movimiento [10].
Centrándonos en la atención visual, –pero sin perder de re-
ferenciaotrasmodalidadesdeatencióncomolasomatosensorial
o la auditiva, con las que comparte estructuras y circuitos comu-
nes [15,16]–, la base neurofisiológica de la atención es una amplia
red neuronal entrelazada de estructuras subcorticales y cortica-
les (Tabla II). El colículo superior, el pulvinar (tálamo), el nú-
cleo caudado (neoestriado) y la pars reticularis de la sustancia
negra constituyen las principales estructuras subcorticales rela-
cionadas con la atención. Las conexiones del caudado a la sus-
tancia negra, de ésta al colículo superior y de éste al tálamo
conforman el circuito básico subcortical de la atención (Fig. 1).
Las principales estructuras corticales involucradas en la aten-
ción visual incluyen las áreas visuales occipitales (V1, V2...)
visuales temporales (especialmente el córtex temporal inferior:
zonas TEO e IT), el córtex parietal posterior, los campos oculo-
frontales, el córtex prefrontal lateral y el córtex cingulado. Sus
principales interconexiones (Fig. 2) se sintetizan en tres circui-
tos. Uno inferior u occipitotemporal, o arbitrariamente denomi-
nado ‘ventral’, que se inicia en el área V1 (equivalente al área 17
de Brodmann), termina en la zona IT (temporal inferior) y man-
tiene importantes interconexiones con el córtex prefrontal dor-
solateral. Un segundo circuito superior u occipito-parieto-fron-
tal, también arbitrariamente denominado ‘dorsal’, que se inicia
en la misma área V1, interconecta con el córtex parietal posterior
y de aquí a la corteza prefrontal dorsolateral. El córtex parietal
posterior también muestra íntimas asociaciones con los campos
oculares frontales, y, el córtex prefrontal dorsolateral, con la
zona orbitofrontal lateral. Estos dos primeros circuitos no sólo
son integrantes del sistema cortical atencional sino que consti-
tuyen los dos circuitos paralelos básicos en la percepción visual:
el circuito ‘ventral’ para el reconocimiento visuoperceptivo de
                                                          los objetos (‘¿qué son?’, sus características) y el ‘dorsal’ para su
reconocimiento visuoespacial (‘¿dónde están?’, localización en
el espacio) y la ejecución visuomotora [22]. El tercer circuito
corresponde a las interconexiones del córtex parietal posterior,
el córtex prefrontal dorsolateral y el cíngulo. Las interconexio-
nes del córtex parietal posterior son más intensas con la zona
posterior del cíngulo, mientras que la corteza prefrontal dorso-
lateral mantendría interconexiones más destacadas con el cíngu-
lo anterior


.articulo tomado de: http://www.jmunozy.org/files/9/Necesidades_Educativas_Especificas/estimulacion/documentos/la_atencion_una_compleja_funcion_cerebral.pdf







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