La atención
1.1.-DEFINICIÓN.
La atención
desempeña un importante papel en diferentes aspectos de la vida del hombre, tal
es así que han sido múltiples los esfuerzos realizados por muchos autores para
definirla, estudiarla y delimitar su estatus entre los procesos psicológicos.
Las definiciones
que a continuación se citan son todas válidas, pese a que no se ha llegado a un
consenso, el estudio de la atención continúa.
Diversos autores la definen como un proceso,
y señalan que la atención presenta fases entre las que podemos destacar la fase
de orientación, selección y sostenimiento de la misma. (Ardila, 1979; Celada ,
1989; Cerdá, 1982; Luria. 1986; Taylor, 1991).
Reategui (1999) señala que la atención es un proceso
discriminativo y complejo que acompaña todo el procesamiento cognitivo, además
es el responsable de filtrar información e ir asignando los recursos para
permitir la adaptación interna del organismo en relación a las demandas externas.
Otros autores consideran que la atención es
un mecanismo, va a poner en marcha a los procesos que intervienen en el
procesamiento de la información, participa y facilita el trabajo de todos los
procesos cognitivos, regulando y ejerciendo un control sobre ellos (García,
1997; Rosselló, 1998; Ruiz-Vargas, 1987).
Para Rubenstein (1982) la atención modifica la estructura de los
procesos psicológicos, haciendo que estos aparezcan como actividades orientadas
a ciertos objetos, lo que se produce de acuerdo al contenido de las actividades
planteadas que guían el desarrollo de los procesos psíquicos, siendo la
atención una faceta de los procesos psicológicos.
1.2.- CARACTERÍSTICAS DE LA ATENCIÓN.
A pesar que no se ha llegado hasta la
actualidad, a definir satisfactoriamente la atención dada la diversidad de
criterios, la mayoría de los autores en sus intentos por lograrlo nos ofrecen
una descripción o nos hablan de sus características. Si bien
fenomenológicamente la orientación seleccionadora es considerada como la
característica principal de la atención (Kahneman, 1973; Rubenstein, 1982;
Rosselló, 1998), presenta además otras características entre las que destacan:
·
La Concentración.
Se denomina
concentración a la inhibición de la información irrelevante y la focalización
de la información relevante, con mantenimiento de ésta por periodos prolongados
(Ardila, Rosselli, Pineda y Lopera, 1997). La Concentración de la atención se
manifiesta por su intensidad y por la resistencia a desviar la atención a otros
objetos o estímulos secundarios, la
cual se identifica con el esfuerzo que
deba poner la persona más que por el estado de vigilia. (Kahneman, 1973).
La
concentración de la atención está vinculada con el volumen y la distribución de
la misma, las cuales son inversamente proporcionales entre sí, de esta manera
mientras menos objetos haya que atender, mayor será la posibilidad de
concentrar la atención y distribuirla entre cada uno de los objetos (Celada y
Cairo, 1990; Rubenstein, 1982).
·
La
Distribución de la atención
A pesar que la
atención tiene una capacidad limitada que está en función del volumen de la
información a procesar y del esfuerzo que ponga la persona, es posible que
podamos atender al mismo tiempo a más de un evento.
La Distribución
de la atención se manifiesta durante cualquier actividad y consiste en
conservar al mismo tiempo en el centro de atención varios objetos o situaciones
diferentes. De esta manera, cuanto más vinculados estén los objetos entre sí, y
cuanto mayor sea la automatización o la práctica, se efectuará con mayor
facilidad la distribución de la atención (Celada, 1990; Rubenstein, 1982).
García (1997)
señala esta característica como la amplitud de la atención, que hace
referencia al número de tareas que podemos realizar en simultáneo.
·
La Estabilidad de la atención.
Esta dada por la
capacidad de mantener la presencia de la misma durante un largo periodo de
tiempo sobre un objeto o actividades dadas (Celada y Cairo, 1990).
Es necesario
recalcar que para obtener estabilidad en la atención se debe descubrir en el
objeto sobre el cual se está orientado nuevas facetas, aspectos y relaciones,
la estabilidad dependerá también de condiciones como el grado de dificultad de
la materia, la peculiaridad y familiaridad con ella, el grado de comprensión,
la actitud y la fuerza de interés de la persona con respecto a la materia
(Rubenstein, 1982).
·
Oscilamiento
de la atención.
Son periodos
involuntarios de segundos a los que está superditada la atención y que pueden
ser causadas por el cansancio (Rubenstein, 1982).
Para
Celada (1990) El cambio de la atención
es intencional, lo cual se diferencia de la simple desconexión o distracción,
dicho cambio proviene del carácter de los objetos que intervienen, de esta forma
siempre es más difícil cambiar la atención de un objeto a otro cuando la
actividad precedente es más interesante que la actividad posterior.
Esta capacidad
para oscilar o desplazar la atención puede ser considerado como un tipo de
flexibilidad que se manifiesta en situaciones diversas, especialmente en las
que tenemos que reorientar nuestra atención de forma apropiada porque nos hemos
distraído o porque tenemos que atender a varios estímulos a la vez (García,
1997; Rubenstein, 1982; Orjales, 1999).
De otro
lado, otros autores resaltan como característica del mecanismo atencional al
control que se ejerce sobre los procesos de selección, distribución y
sostenimiento de la atención (García, 1997), y como un mecanismo de control
responsable de la organización jerárquica de los procesos que elaboran la
información (Rosselló, 1998).
1.3.-
CLASIFICACIÓN DE LA ATENCIÓN.
Existen
diversos criterios que se pueden utilizar para clasificar la atención. No
obstante podemos rescatar los siguientes:
CRITERIOS DE CLASIFICACIÓN
|
CLASIFICACIÓN
|
Mecanismos implicados |
Selectiva, Dividida, Sostenida |
Grado de control voluntario
|
Involuntaria, Voluntaria
|
Objeto al que va dirigido la atención
|
Externa, Interna
|
Modalidad sensorial implicada
|
Visual, Auditiva
|
Amplitud e intensidad.
|
Global, Selectiva
|
Amplitud y control que se ejerce
|
Concentrada, Dispersa
|
Se
desarrollarán las dos primeras clasificaciones que han sido las más estudiadas
y corresponden a las tendencias actuales en lo que al estudio de la atención se
refiere.
1.3.1. - MECANISMOS IMPLICADOS
a- Atención Selectiva.- Es la habilidad de una persona para responder a los
aspectos esenciales de una tarea o situación y pasar por alto o abstenerse de
hacer caso a aquellas que son
irrelevantes (Kirby y Grimley, 1992)
b-
Atención Dividida.- Este tipo de atención se da cuando ante una sobrecarga
estimular, se distribuye los recursos atencionales con los que cuenta el sujeto
hacia una actividad compleja (García, 1997).
Por su parte, Kirby y Grimley (1992) utilizan el término Capacidad
de Atención para referirse a la capacidad de atender a mas de un estimulo a la
vez, resaltando su importancia para el aprendizaje escolar.
c-
Atención Sostenida.- Viene
a ser la atención que tiene lugar cuando un individuo debe mantenerse
consciente de los requerimientos de una tarea y poder ocuparse de ella por un
periodo de tiempo prolongado (Kirby y Grimley, 1992).
De
acuerdo al grado de control voluntario tenemos dos tipos de atención: Atención
Involuntaria y Atención Voluntaria.
1.3.2.- GRADO DE CONTROL
a-
Atención involuntaria.- La atención involuntaria está relacionada con la
aparición de un estímulo nuevo, fuerte y significativo, y desaparece casi
inmediatamente con el surgimiento de la repetición o monotonía.
La atención
involuntaria tiende a ser pasiva y emocional, pues la persona no se esfuerza ni
orienta su actividad hacia el objeto o situación, ni tampoco está relacionada
con sus necesidades, intereses y motivos inmediatos. Una de sus características
más importantes es la respuesta de orientación, que son
manifestaciones electrofisiológicas, motoras y vasculares que se dan ante
estímulos fuertes y novedosos, tal respuesta es innata (Luria, 1988).
b-
Atención Voluntaria.- La atención voluntaria se desarrolla en la niñez con la
adquisición del lenguaje y las exigencias escolares.
En una
primera instancia será el lenguaje de los padres que controlen la atención del
niño aún involuntaria. Una vez que el niño adquiera la capacidad de señalar
objetos, nombrarlos y pueda interiorizar su lenguaje, será capaz de trasladar
su atención de manera voluntaria e independiente de los adultos, lo cual
confirma que la atención voluntaria se desarrolla a partir de la atención
involuntaria, y con la actividad propia del hombre se pasa de una a otra
constantemente (Celada y Cairo, 1990;
Rubenstein, 1982).
Luria
(1988) basado en las teorías de Vigotsky, apoya el origen social de la atención
voluntaria, que se desarrolla a través de las interrelaciones del niño con los
adultos, quienes en un inicio guían su atención, ésta se activa ante una
instrucción verbal y se caracteriza por
ser activa y consciente. La atención voluntaria es suprimida fácilmente cuando
se da una
respuesta de orientación, por ejemplo cuando el niño se distrae ante
nuevos estímulos.
1.4.- LA ATENCIÓN Y SU RELACIÓN
CON OTROS PROCESOS.
La actividad psicológica del hombre se
caracteriza por el funcionamiento conjunto e interactivo de procesos y
mecanismos, las cuales tienen funciones concretas, de esta manera la atención
no es una actividad aislada, sino que se relaciona directamente con los
procesos psicológicos a través de los cuales se hace notar.
Para Rosselló (1998) y Tudela (1992; véase
en García, 1997) la relación entre la atención y los procesos psicológicos
radica en que la atención actúa como mecanismo vertical, que controla y
facilita la activación y el funcionamiento de dichos procesos. Las relaciones
que se pueden establecer son las siguientes.
·
ATENCIÓN, MOTIVACIÓN Y EMOCIÓN.
Por motivación se entiende al proceso que de algún modo inicia, dirige y finalmente detiene
una secuencia de conductas dirigidas a una meta, es uno de los factores
determinantes del comportamiento, y que tiene que ver con variables hipotéticas
que son los motivos (Puente, 1998).
Ahora bien,
motivación y emoción han sido considerados como factores determinantes de la
atención, de este modo un estado de alta motivación e interés estrecha nuestro
foco atencional, disminuyendo la capacidad de atención dividida, así como el
tono afectivo de los estímulos que nos llegan
y nuestros sentimientos hacia ellos contribuyen a determinar cual va a
ser nuestro foco de atención prioritario (García,1997).
Rosselló (1998)
señala que atención, motivación y emoción se encuentran relacionados desde el
punto de vista neurobiológico. El Sistema Activador Reticular Ascendente (SARA)
que activa el mecanismo atencional, establece estrechas relaciones
neuroanatómicas con el Hipotálamo, que es el centro motivacional por excelencia
y forma parte del cerebro de las emociones al estar integrada en el sistema
límbico. Además el SARA es también
responsable de procesos motivacionales y emocionales por la implicación de vías
catecolaminérgicas en los tres procesos.
·
ATENCIÓN
Y PERCEPCIÓN.
La atención ha
sido concebida en muchas ocasiones como una propiedad o atributo de la
percepción, gracias a la cual seleccionamos mas eficazmente la información que
nos es relevante.
García (1997)
indica que la atención considerada como propiedad de la percepción produce dos
efectos principales:
-Que se perciban los objetos con mayor claridad.
-Que la experiencia perceptiva no se presente de forma
desorganizada, sino que al excluir y seleccionar datos, estos se organicen en
términos de figura y fondo.
La existencia de
la atención en el proceso de percepción significa que el hombre no solamente
oye, sino que también escucha, incluso a niveles intensos, y que el hombre no
solo ve, sino que observa y contempla (Rubenstein, 1982).
Para Kahneman
(1973), la atención interviene en una de las fases del proceso de percepción,
cuando en una fase inicial de la percepción se dividen en unidades, segmentos o
grupos el campo que forma la estimulación, la atención entra en juego en el
momento en que algunas de esas unidades subdivididas reciben mayor realce de
figuras que otros.
·
ATENCIÓN
E INTELIGENCIA.
La inteligencia
ha sido entendida de manera general como la capacidad de dar soluciones rápidas
y eficaces a determinados problemas. Sin embargo para realizar un trabajo de
manera eficiente se requiere de habilidad, en este sentido la atención sería
una de las herramientas que posibilita y optimiza dicha habilidad.
García (1997)
consideró que la capacidad de un individuo de reorientar su atención con cierta
rapidez (oscilación de la atención) y de atender a más de un estímulo a la vez
(distribución de la atención) pueden ser considerados como componentes
importantes de la inteligencia. De esta forma atención e inteligencia se
definen en términos de habilidad para manejar gran cantidad de información.
·
ATENCIÓN
Y MEMORIA.
La memoria es el
proceso mental mediante el cual la persona fija y conserva las experiencias
vividas y las re-actualiza de acuerdo a las necesidades del presente (Celada y
Cairo, 1990). La memoria asegura el
almacenamiento de la información, siendo la atención uno de los factores asociados a su buen funcionamiento, entendida
esta como el esfuerzo realizado por la persona tanto en la fase de
almacenamiento como en la fase de
recuperación de la información (Reategui, 1999).
La formación de
esquemas, el uso de estrategias de codificación para la información, y el tipo
de tarea recuerdo a realizar constituyen
otros de los factores que aseguran el trabajo de una memoria eficaz. Sin
embargo, hay autores que consideran que la atención no resulta tan necesaria para la codificación en la memoria, dado
que la memoria también se expresa en
tareas que no requieren una manifestación consciente de la experiencia pasada,
como suele suceder con el aprendizaje implícito o inconsciente (Ruiz-Vargas,
1994).
1.5.- ENFOQUE
NEUROPSICOLÓGICO DE LA ATENCIÓN.
Tradicionalmente
se entendía a los procesos psicológicos como la función de un tejido particular
del cerebro, sin embargo con el transcurrir del tiempo, la ciencia ha
demostrado la imposibilidad de atribuir alteraciones en dichos procesos a
causas de localización específica, por lo que los procesos psicológicos no
debían ser considerados como la función directa de limitados grupos de células en el cerebro, tal como lo señala
Luria:
“Las funciones
mentales como sistemas funcionales complejos no pueden localizarse como zonas
restringidas del cortex o en grupos de células aisladas, sino que deben estar
organizadas en sistemas de zonas que trabajan concertadamente, cada una de las
cuales ejerce su papel dentro del sistema funcional” (1988, p.30).
Desde el punto
de vista neuropsicológico la atención viene a ser la expresión del trabajo del
Sistema Activador Reticular Ascendente (SARA) y de los hemisferios cerebrales,
sincronizados por la actividad de los lóbulos pre-frontales. El Sistema
Activados Reticular, con sus fibras ascendentes y descendentes constituye un
aparato neurofisiológico que pone de manifiesto una de las formas de reflejo
señaladas inicialmente por Pavlov y luego por Luria, conocida como el reflejo de
orientación o la respuesta de orientación.
Dicho reflejo se
caracteriza por una serie de reacciones electrofisiológicas , vasculares y
motoras evidentes, como La vuelta de ojos y cabeza hacia el lado donde se halla
el nuevo objeto, reacciones de alerta y escucha, alteraciones de respiración y
del ritmo cardiaco, disminución o cese de toda actividad irrelevante. Estos
fenómenos pueden ser observados siempre que surge una reacción de alerta o
reflejo de orientación, suscitada por la aparición de un estímulo nuevo,
esencial o significativo para un individuo (Celada y Cairo, 1990; García, 1997;
Luria, 1986).
Documento en linea, Kenny Arbieto Torres, La atencion, disponible en: http://www.psicopedagogia.com/atencion
ResponderEliminarLa atención es la capacidad del ser humano de de filtrar información, De retener la información mas información mas importante